viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Dónde cenarán los pobres en Nochebuena? En un comedor de Cáritas, como siempre

El otro día, a través de un amigo de Facebook, me encontré con una noticia que me dio que pensar. Los políticos de izquierdas, algunos sindicatos y demasiados medios de comunicación se esfuerzan por difundir en la opinión pública la idea de que el Estado español regala a la Iglesia católica una ingente cantidad de dinero de las arcas públicas, dejando así relegados otros asuntos de gran importancia para todos los españoles. 

Así lo afirmaba algunos meses atrás, por ejemplo, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara: "Con el dinero que la Iglesia recibe del Estado podríamos crear 400.000 puestos de trabajo". Y el discurso vuelve a ser fácil, como siempre. Pero señor Lara, permítame una precisión. El Estado no da dinero público a la Iglesia. Son los españoles los que realizan sus donativos a la institución eclesial a través de su declaración de la renta. Ese dinero no procede de los fondos generales ni del presupuesto estatal anual. El Estado es solo un intermediario y no la fuente sin fondo de donde la Iglesia saca siempre que quiere dinero, como si se tratase de la lámpara de Aladino.

Yo creo sin embargo que su afirmación debería cambiar y ser más o menos así: "Con el dinero que los españoles donan a la Iglesia a través de su declaración de la renta se da de comer a más de tres millones de personas a los que el Estado ha dejado sin trabajo". Porque, señor Lara, permítame otra precisión. Los que sí reciben subvención directa del Estado son algunos sindicatos, quienes desde hace tiempo no hacen nada por crear puestos de trabajo y defender los derechos de los trabajadores. Y los pobres lo saben. Por eso, esta Nochebuena serán muchos parados, inmigrantes, sintecho... los que acudirán una vez más a cenar a un comedor de Cáritas y no a la sede de UGT. 

lunes, 19 de diciembre de 2011

Un árbol verde para un Papa verde

Paseando por Roma uno ve que la ciudad, en estos días de Navidad, ha cambiado radicalmente. También el pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano, que luce un hermoso abeto natalicio en medio de la plaza San Pietro. El de este año, viene desde Ucrania. Es entonces cuando los ecologistas vuelven a lanzar su voz como todos los años contra este tipo de actos pues, como dicen, "no respetan la naturaleza". 

Pocos de ellos saben, sin embargo, que Benedicto XVI es uno de los grandes ecologistas de nuestro tiempo. Incluso algunos lo llaman el Papa Verde. Lo ha dicho en muchos de sus discursos. Y también, para dar ejemplo, lo ha llevado a cabo con obras que intentan disminuir las emisiones de CO2 en su pequeño Estado. En 2008 encargó cubrir el tejado del Aula Pablo VI de paneles solares para nutrir de energía  la ciudad del Vaticano, reduciendo así los equivalentes 225.000 kilos de anhídrido carbónico que se necesitarían para la obtención de esa misma energía. También se trabaja para la construcción de otra planta solar para calentar el agua o enfriarla, según la estación del año. 

La obsesión del Papa Benedicto por la ecología es tal que ha pedido ya investigar sobre la posibilidade de tener un papamóvil que funcione con energía solar. Y si a estos intentos por ahorrar energía añadimos los dos bosques húngaros que le han sido regalados en 2007, las emisiones de anhídrido carbónico del Vaticano han desaparecido, no contribuyendo a la contaminación del planeta. Resultado: CO2 igual a cero. Es el único Estado en el mundo que lo ha conseguido. El cuidado por la naturaleza compete a todos. Pero Benedicto ha hecho de esta tarea su bandera. Creo que es de derecho que también un Papa verde pueda disfrutar de su árbol verde. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

Haciendo la guerra con la "Paz"

Hace algunas semanas, a propósito de Benetton, veíamos cómo una campaña publicitaria en contra de la Iglesia católica era garantía de éxito de marketing. No está tan claro si de ventas. Pero la cosa funciona más o menos así. Primero se provoca a la Iglesia de modo escandaloso, para que ésta salga al paso y tenga que denunciar la ofensa. Después, los publicistas consiguen su objetivo: todo el mundo habla de ellos.

La cosa se vuelve a repetir. Así lo he visto en algún medio. Y ahora la protagonista es la española Paz Vega. Pienso que sus padres se confundieron al ponerle el nombre, pues en vez de paz lo que ha venido a promover es la guerra. Porque a esta señorita, que saltó a la fama por su papel en la película "Lucía y el sexo", no se le ha ocurrido otra cosa que hacerse -en una capilla sevillana- unas fotografías para un calendario alemán, mientras está de rodillas en un reclinatorio. El problema es que está vestida con una mantilla. Solo con una mantilla. Así, con poca ropa. ¿Será porque en Sevilla hace mucho calor? ¿O porque la mantilla es una vestimenta muy española? Esta señorita debe pensar que es el mejor modo de rezar a la patrona de Gerena. Pobrecita. Su creencia está equivocada. En realidad es el mejor modo para enfadar -y con razón- a todos los católicos y a quienes piensan con dos dedos de frente. 

Realmente estas fotos -que obviamente no publico en este post: la de aquí es la más decente-, como dice el arzobispado de Sevilla "hieren la sensibilidad de los devotos". La tal Vega seguro que pensaría dos veces hacerse las mismas fotografías, por las posibles represalias, dentro de una mezquita. Y no sé si de mezquitas, pero de mezquino estas fotos tienen bastante. Por favor, señorita Vega: dedíquese a otros menesteres que no sean atacar a los católicos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

La Iglesia. Galileo. La leyenda.

Como ya hemos prometido hace días hoy tratamos uno de esos argumentos oscuros sobre la historicidad de los acontecimientos de el viaje de la Iglesia a través de los tiempos. Nos referimos a la leyenda negra creada en torno al caso Galileo, de la supuesta condena extrema por parte de la Inquisición a uno de los grandes genios de la ciencia de todos los tiempos. Hechos que tendrían que ser estudiados con más detalle para ver que ni hubo hoguera ni torturas físicas, imágenes que han entrado en el imaginario humano y no se sabe bien de dónde han venido. 

El historiador Vittorio Messori ha intentado meter un poco de luz en este argumento demostrando cómo las "terribles penas inquisitoriales" fueron mucho más suaves de lo que algunos quieren hacer creer. Galileo ni fue torturado ni fue quemado. Ni siquiera pasó un día en la cárcel. Su juicio se dearrolló en un salón de uno de los palacios vaticanos. Y después de la sentencia "condenatoria" pasó sus días en el palacio de los Arcetri. Tampoco se le negaron las visitas ni la posibilidad de seguir investigando con sus experimentos científicos. La única "pena" que tuvo que soportar es la de rezar una vez a la semana los siete salmos penitenciales, "sanción" que decidió seguir realizando después de cumplido el plazo obligatorio impuesto por su amor a la Iglesia.

En cuanto a la acusa mayor o menor de que la Iglesia no debería haberse intrometido en la teoría de Galileo como contraria a la fe, el argumento es hoy fácil de criticar, cuando la investigación científica ha demostrado, a posteriori, que las cosas son como suponía Galileo. Aún así, la Iglesia nunca se opuso a su teoría científica, sino al haber presentado la misma como verdad y no como "hipótesis". De ahí viene la condena. No de decir si la tierra gira alrededor del sol, sino de haber presentado la teoría, incierta todavía en esa época y no demostrada como verdadera hasta el 1748, como verdad y no como "hipótesis". Una vez más, la historia lleva la contraria a los vocifeadores de leyendas negras.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Cuando se insulta a los católicos también en Navidad

Leyendo el blog del vaticanista italiano Marco Tosatti me he encontrado con una noticia que me ha dejado boquiabierto. Al parecer, una cadena de televisión canadiense ha decidido hacer un programa televisivo especial para Navidad sobre el nacimiento de Jesús en Belén. Hasta aquí todo bien. Salvo con una pequeña gran decisión que han tomado los responsables del programa y que, lógicamente, ha suscitado las reacciones del mundo católico: ¡el papel de la Virgen María será interpretado por Pamela Anderson!

Cuando desde fuera de la Iglesia se buscan modos y maneras de ofender a los católicos, pienso que en el 99% de los casos dan en el clavo. Y este es uno de ellos. A estas alturas, creo que todos tienen en la cabeza quién es esta "señorita" que normalmente aparece ligera de ropa y con unas orejitas de conejo sobre su cabeza en determinados programas de televisión y en ciertas revistas. Y oigan, aunque algunos consideren que esta sea una "buena actriz" en su "género" -si es que se pueden denominar así- no es razón para que interprete el papel de una Virgen que trajo al mundo a quien nos salva de nuestros pecados, también de los que cometen esta serie de ultrajes. Es más, yo diría que es precisamente su "papel habitual" quien le hace rechazar automáticamente su interpretación como Virgen María. 

Seguramente, si Osama Bin Ladem hubiera interpretado el papel de Gandhi en una película todos habrían protestado. Aquí da lo mismo. El discurso viene siendo el mismo de siempre: la ofensa contra los que no piensan como ellos. En este mundo "democrático" en el que se pide el respeto hacia ciertos colectivos que no son aceptados por la sociedad, los católicos vienen insultados semana sí y semana también. Esos ideales de respeto se deberían cumplir, sí, pero también respecto a los cristianos. "Señorita" Pamela, un consejo: deje de lado sus "extraños trabajitos" -le hará mucho bien- y deje de igual modo a los católicos disfrutar de la Navidad. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

La Iglesia, el preservativo y el sida

Es lo que muchos sostienen hoy en día: la Iglesia no está al lado de los que sufren la enfermedad del VIH por el simple hecho de no permitir el uso del preservativo. Pero, ¿puede la Iglesia no estar al lado de los que sufren, aún por el solo hecho de estar equivocados en lo doctrinal? Absolutamente no. Celebramos hoy el día mundial de la lucha contra el sida y creo que es de justicia dejar constancia de que la Iglesia católica es una de las pocas instituciones en todo el mundo que se toma muy en serio la tarea de cuidar a los enfermos por este virus que, como una epidemia, se extiende veloz por todo el mundo. 

¿Qué hay de verdad en estas acusaciones? Las cifras muestran lo contrario: la Iglesia hace mucho más por los enfermos de sida que cualquier otra institución en el mundo. El 26,7% de los hospitales para el cuidado del sida en el planeta pertenecen a la Iglesia católica. El 25,4% de las personas que se dedican al cuidado de estos enfermos pertenecen a la Iglesia católica. Es decir, que más de un cuarto de las labores humanitarias a favor de los enfermos de sida las realiza la Iglesia católica, según datos del Pontificio Consejo para la pastoral de la salud. De otro lado, las instituciones católicas proveen el 40% de los tratamientos contra el virus en el continente Africano, el más afectados por la pandemia, trabajando en más de mil hospitales y cinco mil clínicas. La fundación "El Buen Samaritano", del Pontificio Consejo para la pastoral de la salud, tiene por objetivo precisamente ayudar a los enfermos de sida olvidados de todo el mundo.

Lejos queda por tanto la idea de que la Iglesia no ayuda a los verdaderos sufridores del problema. Creo que es de justicia si afirmamos que hace mucho más por los enfermos de sida que las grandes empresas fabricantes de profilácticos o los que vociferan contra su doctrina sexual. La realidad, una vez más, supera a la ficción.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Benedicto XVI y la seguridad vial

¡Hay que ver hasta dónde llega el deseo de atacar a Benedicto! Puedo entender que se le critique de "carca". Que a algunos no les parezca cercano. Puedo entender que algunos quieran echarle la culpa por ciertos pecados de ciertos clérigos. Pero que critiquen hasta por no llevar el cinturón de seguridad abrochado en el papamóvil... Es el colmo.

Parece una noticia de ciencia ficción, pero es verdad. Y muchos medios de comunicación se han hecho eco de ello. Al alemán Uwe Hilsmann no se le ha ocurrido otra cosa que presentar una denuncia ante la jefatura de tráfico de Alemania porque el Papa Benedicto, en su viaje a Berlín el pasado mes de septiembre, no llevaba el cinturón de seguridad abrochado mientras iba en el papamóvil a cinco kilómentros por hora. Al parecer, Hilsmann puede conseguir -gracias a los consejos de su abogado Johannes Sundermann, apóstata y miembro del partido de izquierdas radical-  que la denuncia llegue a término, pues ha alegado en la misma que Benedicto XVI es alemán y a él compete la ley como a cualquier otro ciudadano germano. 

Sin ánimo de ofender, creo que al tal Uwe Hilsmann se le ha ido la cabeza. No sé por qué tiene tanto afán por meter en pleitos que no vienen a cuento al Papa Ratzinger. Será por seguir polemizando contra el Papa -aunque sea sin venir a cuento- y seguir haciendo ruido en la opinión pública contra su persona. Puestos así, señor Hilsmann, ¿por qué no denuncia a toda la selección española de fútbol cuando va medio bebida encima de un autobús sin siquiera asientos? También podría usted estar al tanto de las próximas cabalgatas de reyes: seguro que a sus majestades se les olvida abrocharse el cinturón, muy ocupados en repartir caramelos a los niños. Señores, seamos serios.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El Papa de las puñetas

Sin duda Benedicto XVI no es Juan Pablo II. Son muchos los que han calificado a uno de tradicionalista y al otro de progresista "moderado". Y ese afán por difundir la idea de un Papa retrógrado y preconciliar se está acentuando con el tiempo. Ya vimos hace unos días cómo el uso de la plataforma en las celebraciones papales era considerado por algunos como una involución en la Iglesia. Pero es que esa idea por remarcar la tradición se exagera hasta el extremo y se examina con detalle hasta la "moda papal".

Así lo hace en el diario "El País" Lola Galán quien, dando debida cuenta de las ropas litúrgicas en la historia de la Iglesia, se apresura a hacer ver a sus lectores cómo al obispo de Roma le gusta vestir con puntillas y puñetas "que no se habían visto en el Vaticano en todo el siglo XX", para señalar así cómo Ratzinger no está a la altura de los tiempos modernos. Y precisamente este es su objetivo: "si el Papa utiliza puñetas -adorno de bordados y puntillas en las muñecas de las mangas de una túnica- es para mí un motivo para mandarlo a 'hacer puñetas'".

Es una excusa más para mostrar su rechazo al Papa Benedicto. Porque la liturgia es más que una simple pasarela de moda, como quiere hacer creer. Ratzinger es un amante de la liturgia y, por tanto, desea dar a la misma la belleza y la dignidad que le son propias, buscando los ornamentos que, a su parecer, son los más apropiados. La periodista, sin embargo, quiere llevar el hilo de su discurso a otro punto: el de la posibilidad de ver, dentro de poco, una lujosa tiara de oro y diamantes sobre la cabeza de Ratzinger. Y eso sí que sería todo un notición de "carcomanía" con el que muchos periodistas se frotarían las manos. Las predicciones del futuro no corresponden a los periodistas. Es una artimaña más para desacreditar al Papa liturgista. A estos "acreditados" periodistas que manipulan la información para defender tesis personales sí que me gustaría a mí mandarlos a "hacer puñetas".

jueves, 17 de noviembre de 2011

Cuando el odio se combate con odio

El afán por hacer publicidad no tiene límites. Lejos parece que han quedado las reglas del juego ético entre los comerciantes y anunciantes publicitarios. Si el objetivo es ganar dinero, y este se puede conseguir a toda costa, incluso aplastando la dignidad y la sensibilidad de las personas, entonces Benetton se lleva la palma, como ha demostrado en muchas de sus campañas. También en la última, cuando entra en juego la persona del Papa. 

Creo que a estas alturas todos saben a lo que me refiero: el último cartel propagandístico de la famosa marca de moda Benetton en el que aparecen Benedicto XVI y el imán de El Cairo Ahmed Mohamed el-Tayeb besándose en la boca. El objetivo de los anunciantes era promover una campaña "contra el odio". Y lo hacen precisamente a través del odio y la ofensiva ante el Santo Padre, el imán de El Cairo, ante miles de  fieles católicos y musulmanes y ante una gran parte de la opinión pública que piensa con la cabeza y con el corazón. Sin embargo, el objetivo de la campaña no era ese, sino el conseguir que se hablara de ellos por todos los medios y dar publicidad a una marca, a pesar de dañar su prestigio. Y lo han conseguido. No hay medio de comunicación que no hable de ello. 

También me sorprende los comentarios a este tipo de noticias (por ejemplo elmundo.es o el pais.com, de los que no pongo los links por respeto al Papa, tal como ha pedido su portavoz) que los usuarios suelen dejar y que, cuando uno de los protagonistas es el mismo Papa, suelen ser, por lo general mucho más encendidos. Después del anuncio  de la Secretaría de Estado Vaticana, indicando que emprenderá acciones legales contra los responsables de la campaña y quienes difundan las imágenes, los comentarios se siguen con tonos sorprendentes: "¡Es solo un beso!", "¡ya están los del Vaticano viendo el demonio donde no existe!". Es increíble pensar que el Papa y los católicos no nos podamos defender ante cualquier tipo de difamación o acusación; máxime cuando nos sentimos ofendidos. Creo que la gente nos critica porque sabe que vivimos y respondemos con el amor y el perdón.  Pero también es una cuestión de justicia denunciar lo que no está bien. Yo apoyo la moción del Vaticano.  

domingo, 13 de noviembre de 2011

El Vaticano y la ciencia

Son muchos los que se han encargado de difundir, desde un tergiversado "caso Galileo", el prejuicio de que la Iglesia católica es contraria a los avances de la ciencia, convirtiéndose en un argumento típico de los "anticatólicos". La afirmación es falsa. El Vaticano es quien posee, por ejemplo, el observatorio astronómico más antiguo que existe en el mundo. La Iglesia fue la que, antes que Galileo, se interesó por descubrir el fenómeno de los astros que nos rodean. La Iglesia no se opone a la investigación, siempre y cuando sea coherente con el respeto a la dignidad de la persona.

Es por eso por lo que la noticia de que la Iglesia financia estudios sobre células madre se haya silenciado por los medios de comunicación españoles que sostienen que el Vaticano es hostil al progreso científico. Esta semana se ha desarrollado en Roma un congreso sobre la importancia de la investigación con células madre adultas, que tienen la enorme capacidad potencial de regenerar tejidos enfermos del organismo. Es por eso por lo que la Santa Sede está financiando estudios de este tipo, que se han demostrado mucho más eficaces que el uso de células madre embrionarias, que generan tumores en los pacientes a los que se implantan y no respetan la dignidad del embrión humano. El medicamento AMR-001, creado por la empresa médica norteamericana NeoStem y financiado por el Vaticano, se muestra capaz de regenerar el corazón de un paciente que ha sufrido un infarto a partir de células estaminales.

Queda así manifiesto que la fe no es contraria al progreso científico. El uso de células madre adultas no crea ningún conflicto con el credo católico, por estar en sintonía con el respeto a la dignidad de la persona. La Iglesia no duda por tanto de sumergirse en la carrera científica siempre que la salvaguardia de la dignidad humana quede defendida y puesta al seguro. ¿Dónde está, por tanto, la Iglesia "anticientífica"?

domingo, 6 de noviembre de 2011

Mujer relegada

Hace un año que el Papa Benedicto visitaba nuestro país. Fue durante su segundo viaje apostólico a España, haciendo parada en Santiago de Compostela y en Barcelona. En la ciudad condal celebró la misa de consagración de la nueva Basílica de la Sagrada Familia. El diario "El País" aprovechó la celebración litúrgica para seguir difundiendo uno de esos estereotipos tan comunes en el sentir extranjero al catolicismo: la Iglesia es machista por convicción. La razón, el que unas religiosas se encargaran de limpiar el crisma que el Papa había derramado sobre el altar y de colocar sobre él el mantel y las flores. 

El mismo periódico que quiere hacer creer a sus lectores del machismo de la Iglesia no reparó, sin embargo, en otro acto que para mí sí fue significativo. A pesar de que el Código de Derecho Canónico dice lo contrario (cf. can. 230,1) el Papa entregó, en la misma celebración, el leccionario a una mujer. Fue en el momento de la inauguración del nuevo ambón, cuando se leyó la palabra de Dios por primera vez en la basílica desde él. Después de pronunciar la oración -"resuene siempre en esta casa la palabra de Dios, para que conozcáis el misterio de Cristo y se realice vuestra salvación dentro de la Iglesia- el Papa confió la recitación de la primera lectura a una mujer, a pesar de que son los hombres los que ejercitan este ministerio. Pero ese "pequeño detalle" no serviría para mantener la tesis de "El País".

¿Cómo no van a ser importantes las mujeres en la Iglesia? Y no lo son porque saben planchar manteles y decorar iglesias, sino porque sin ellas la Iglesia perdería una de sus mayores riquezas espirituales. La Iglesia no es machista. Si no, ¿de qué iba a canonizar a tantas mujeres como ejemplo de vida cristiana? ¿O de qué iba a aceptar tantos carismas y estilos de vida inspirados por el Espíritu en tantas mujeres? Perdonen, señores de "El País": las mujeres sí cuentan. Y mucho. Otra cosa es cómo se quiera ver.

domingo, 30 de octubre de 2011

Las vergüenzas de la Iglesia

Es el típico argumento al que echan mano los que se muestran hostiles a la Iglesia: "¡Cuántas canalladas habéis hecho a lo largo de la historia!" Inquisición, guerras santas, intervenciones de poder, curas pedófilos... forman parte de las vergüenzas de la Iglesia. Es verdad. No podemos ocultarlo, ni mucho menos negarlo. Hasta Benedicto XVI lo ha afirmado el pasado jueves en la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo celebrado en Asís: "Quisiera decir como cristiano: sí, también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza".

Motivos para sentir repugnancia hay varios -y esperamos poder hablar de ellos en nuestro blog-. Sin embargo, también hay que reconocer que, si bien hubiera sido mejor no haber tenido que hacerlo, la Iglesia siempre lo ha reconocido y ha sabido pedir públicamente perdón. Así lo manifestó más de una vez públicamente Juan Pablo II. Benedicto XVI ya ha expresado a viva voz su oposición y deseos de acabar con la plaga de la pedofilia en la Iglesia y ha manifestado su oposición a la violencia a la que ha recurrido la Iglesia a lo largo de la historia. La Iglesia se ha equivocado y ha sabido pedir perdón.

Un perdón que tantas veces es silenciado y no reconocido por quienes sacan a la luz una y otra vez los pecados de los clérigos en la historia. Sin embargo nunca se manifiestan contrarios a quienes han cometido otros crímenes y sin ningún tipo de escrúpulos no han pedido perdón. ¿O alguien ha oído las disculpas de Bin Ladem o los asesinos de ETA, ahora que se habla tanto de ellos? A ellos se les quiere dar una oportunidad sin un mínimo de arrepentimiento. A la Iglesia, que avergonzada se disculpa, se le sigue tachando de asesina.

jueves, 27 de octubre de 2011

"Otra vez entrometiéndose donde no deben..."

Las declaraciones del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ante el anuncio del "cese definitivo de la actividad armada" de la banda terrorista ETA han vuelto a hacer saltar las alarmas: "¡Ya están otra vez los católicos metiéndose donde no deben! ¿Por qué se entrometen en política? ¡Qué se ocupen de sus asuntos y nos dejen a los demás resolver los asuntos políticos!" La misma canción de siempre cantada en un nuevo tono y en una verbena diferente. Pero si los cristianos viven en medio del mundo, digo yo que también ellos tienen una palabra que decir al mundo, porque, si bien no se identifican con las cosas del mundo, sí participan de ellas, como bien afirmaba ya la famosa carta a Diogneto en el siglo II. Y por tanto, también pueden y deben opinar.

Las reglas del juego democrático afirman que todos somos iguales en la sociedad civil. Que todos tenemos los mismos derechos y la misma capacidad de opinar. Lo que pasa es que los que no piensan como yo desearían que no abriera la boca. Sobre todo si la boca de quien habla es la de la Iglesia católica. Pero si los cristianos participan en la vida política y critican algunas injustas situaciones no lo hacen para defender valores confesionales, sino para llevar adelante una vida común más justa y humana, aspecto que incumbe a todos los hombres y no solo a los católicos, como bien afirma la Congregación para la Doctrina de la fe.

Le pese a quien le pese, los católicos también formamos parte de la sociedad española. Igual que el nacionalista vasco o mi vecino el comunista. A ellos nadie les niega el derecho al voto y a la opinión. Al católico, sin embargo, sí. En lo que opina la Iglesia sobre la vida política no hay nada grave. Lo grave es que algunos intenten silenciar su voz en una aparente "sociedad democrática".

lunes, 24 de octubre de 2011

De papolatrías y papafobias

Desde que el pasado domingo 16 de octubre el Papa Benedicto utilizó en la misa para la nueva evangelización la plataforma que usó Juan Pablo II en los últimos años de su vida, cuando las fuerzas y la enfermedad hacían estrago en él, no se han dejado de suceder comentarios al respecto, tanto para bien o para mal. Leyendo hoy el Vatican Insider he encontrado un artículo de Andrea Tornielli que reprocha un post del vaticanista Aldo María Valli, donde se critica duramente la utilización de esta plataforma móvil por considerar que fomenta la idolatría hacia la figura del Papa. "El pastor es uno que camina a la cabeza y al lado de su rebaño; el pastor no debe ser transportado sobre una camilla, como un príncipe o un faraón", sentencia Valli.  

No es el único. Y no es tampoco la primera vez. Algunos no pueden entender que el Papa quiera ser visto por la gente. Y son precisamente esos, quienes critican una supuesta actitud de "papolatría" en los católicos, los que dejan reflejar en sus sentencias su "papafobia". Son los que quieren dejar de lado la importancia de su primado y su magisterio los que tachan de idolátricos a quienes no piensan como ellos. Lejos de las elucubraciones sobre la salud del Pontífice, el debate que se ha creado sobre el uso del "carrito" -como lo llaman algunos en Italia- no es sino un atajo para volver a criticar a Benedicto y el amor que le tienen los católicos. Y eso, a algunos, les da dolor de tripas.

Yo no veo mal que el Papa se dirija al altar de la basílica de San Pedro subido a esa plataforma. Además así me recuerda a Juan Pablo II. No es la silla gestatoria, a la que muchos quieren equiparar. Ni mucho menos el autobús que llevaba a la selección española a celebrar sus triunfos por las calles de la capital mientras miles de personas aclamaban a su paso. Quizás eso sí que tiene matices de idolatría. Pero como no se trata del Papa, es mejor no criticar ese tipo de celebraciones.

sábado, 22 de octubre de 2011

Wojtyla y las mujeres

Celebramos hoy, por primera vez, la fiesta litúrgica del beato Juan Pablo II. Y hoy me gustaría hablar de él en "The Vatican from the Outside", haciéndolo desde uno de esos prejuicios contra su persona que quizás en España no son tan extendidos, pero sí en Italia. Me refiero a la "misteriosa relación" de Juan Pablo II con Wanda Poltawska, una psiquiatra polaca que encontró en Wojtyla un importante apoyo personal y espiritual después de su salida del campo de concentración de Ravensbrueck, donde soportó las atrocidades de los nazis durante cuatro años.

Ha sido especialmente insistente con este asunto el periódico italiano "La Stampa", queriendo levantar sospechas sobre la idoneidad o no de la beatificación del Papa polaco quien, sostienen, habría tenido una relación muy especial con esta mujer.  Pero nada más lejos de la realidad. Poltawska, tal como ha afirmado el que fuera su secretario personal durante años, monseñor Dziwisdz, la polaca no era distinta al resto de amigos con quienes el Papa mantenía una especial relación postal, también durante los años de su pontificado, criticando así su resolución de publicar un libro con la correspondencia que mantenía con el Papa.


Es verdad que se llamaban entre ellos "hermanitos" y que han mantenido una relación especial. Pero nada hay ahí que lleve a pensar en un freno a la santidad del polaco. Juan Pablo II era muy amigo de sus amigos y seguro que, junto a Wanda, ha aprendido a valorar el papel de la mujer en el mundo y en la Iglesia, a descubrir en ella el "genio femenino", a escucharla con el corazón abierto y a darle las respuestas que estaba buscando, como buen sacerdote y director espiritual que era. Creo que en el fondo de la polémica está el deseo de buscar por todos los medios un freno al proceso de canonización de quien es, a los ojos de tantos y tantos católicos del mundo -entre los que me encuentro- un auténtico santo.

domingo, 16 de octubre de 2011

Las riquezas del Vaticano

En el pensamiento colectivo se ha quedado fijado esa idea de que el Vaticano es uno de los Estados más ricos del mundo, a pesar de ser el más pequeño. Uno no sabe de dónde vienen estas acusaciones pues, si se analiza la cuestión en detalle, nos daremos cuenta cómo el presupuesto económico de la Santa Sede es mucho menor al que mueve el fútbol en España. 

El italiano Vittorio Messori ha indicado ya hace años cómo el presupuesto de la Santa Sede era menos de la mitad del que los italianos destinan a pagar a sus diputados y senadores. Ello a pesar de que el Vaticano debe mantener las cuatro basílicas mayores de Roma, las más de ciento cincuenta nunciaturas que posee por todo el mundo, las decenas de Congregaciones y los más de dos mil seiscientos empleados que trabajan al servicio de la Santa Sede. Lejos queda, por tanto, la idea de que el Vaticano maneja cifras exorbitantes hasta el punto de que, con lo que gasta en un año, se podría acabar con el hambre en el Cuerno de África.

Con lo que quizás sí se podría acabar la pobreza en África es invirtiendo el dinero que maneja el fútbol en nuestro país. Casi 2.200 millones de euros de ingresos frente a los 245 millones que entran a la Santa Sede cada año. Sin embargo, es mucho más fácil decir que sea la Iglesia quien venda sus obras de arte a ser yo quien me quede sin partido para salvar a los pobres negritos. Cosa que por el contrario sí hace la Iglesia. Cáritas española, por ejemplo, invirtió más de 247 millones procedentes del bolsillo de los católicos en obras sociales. Así que la vieja idea de que el Vaticano maneja riquezas infinitas debe ser matizada. Es verdad que posee un amplísimo patrimonio; patrimonio que, por otro lado, invierte en miles de puestos de trabajo y que, de venderse, no acabaría con el hambre en África, sino que enriquecería a unas pocas multinacionales en grado de comprarlo, dejando oculta en un museo una obra de arte que hoy es visible a los ojos de todos.

jueves, 13 de octubre de 2011

The Vatican from the outside

Hoy pongo en marcha un nuevo blog: "The Vatican from the outside". Porque esta recién nacida bitácora pretende ser una voz crítica para todos aquellos que hablan de la Iglesia y del Vaticano desde fuera, desde la lejanía, muchas veces sin tener la más remota idea de lo que significa esta institución en sí misma y en el corazón de los más de mil cien millones de personas que pertenecen a ella. 

Muchas películas han favorecido también
la difusión de estos estereotipos
Son muchos los que, desde las más variadas azoteas hablan de la Iglesia sin tener el más mínimo conocimiento de la misma, favoreciendo tantas veces, en la opinión pública, una imagen distorsionada de una institución con dos mil años de historia. Periodistas, actores, panfletos, propaganda y así un largo etcétera. Como sacerdote católico yo no puedo quedar indiferente. Por eso me lanzo a dialogar con el mundo actual a través de las nuevas tecnologías, intentando corregir -en la medida de mis posibilidades y siempre desde el respeto hacia aquellos que no piensan como yo- las deficiencias y distorsiones que en el imaginario colectivo se han creado sobre la Iglesia católica, el Papa, los obispos o el Vaticano. 

La Iglesia es quizás el objeto sobre el que más se rumorea hoy en día, para bien o para mal, con conocimiento o sin él. Sin embargo, pienso que el rumor se tiene que ver liberado muchas veces de estereotipos que van entorpeciendo la realidad del objeto. ¿Cuántos hoy en día sentencian que la Iglesia es machista u homófoba? ¿Cuántos piensan que el Vaticano maneja millones exorbitantes? ¿Y cuántos saben de la realidad de estas afirmaciones? ¿Cuántos conocen el papel específico de la mujer en la Iglesia; el porqué de la defensa del amor y del matrimonio natural; las cifras de la economía vaticana, tantas veces dedicada al servicio de los pobres que genera una sociedad capitalista? Este blog intentará por tanto analizar cada uno de estos estereotipos, intentando dar una respuesta a cada una de estas cuestiones. 

Y si tú eres de los que desea conocer más en profundidad lo que del Vaticano se dice desde fuera y lo que es en realidad, no dejes de seguir nuestro blog. ¡Bienvenido a "The Vatican from the Outside"!