lunes, 17 de diciembre de 2012

El papa está que trina


Cuando el bueno de Marshall McLuhan dijo en su ya famoso ensayo “La Galaxia Gutemberg” aquello de “el medio es el mensaje” no pensaría que los medios de comunicación, hoy en día, lo iban a llevar tan a rajatabla. Nos referimos al impacto mediático con el que se ha recibido la noticia de la presencia de Benedicto XVI en el universo de las redes sociales. Todos los medios de comunicación hablan de ello, pero dando más importancia al hecho de estar presente, que al mensaje que nos quiere transmitir el Papa. 

La red social del microblogging, esa que permite a sus usuarios mandar sintéticos mensajes a sus seguidores como si fuesen pequeños “trinares” de un pájaro-eso es lo que significa “Twitter” en inglés-, ha puesto a trinar, en el sentido que tiene en la red social, al Papa. Pero ha puesto a trinar también, en el sentido castellano de la expresión, a mucha gente. Algunos están que trinan porque @Pontifex, el nombre de usuario de Benedicto XVI, haya alcanzado el millón de seguidores antes de publicar nada; algunos están que trinan porque los mensajes del Papa son los más leídos de la red; algunos están que trinan porque “Benedicto XVI” es el tema más hablado en la red; algunos están que trinan porque, en definitiva, el papa Ratzinger se ha metido de lleno en el nuevo “continente digital”, tal como él mismo ha definido a internet. 

La Iglesia siempre ha buscado nuevos canales para trasmitir su valioso mensaje: san Pablo con sus cartas; los cristianos del medioevo con pinturas y esculturas; Pío XII con la radio de Marconi y Benedicto XVI con internet. 

Lo anecdótico no es que el Papa esté en Twitter. La noticia no es si Benedicto XVI sabe o no usar un Ipad. Lo sorprendente de todo esto es que el Papa tiene un empeño enorme por anunciar a Jesús, sea donde sea y con los medios que hagan falta. Por ello ha convocado un Año de la Fe y por ello, en este año especial, ha decidido seguir anunciando el mensaje de Jesús en la red de redes. Ojalá esta plataforma sea también un canal idóneo para transmitir el mensaje de la salvación. Santo Padre, por favor: siga trinando

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mulas, bueyes y otros animales

¡Vaya la que ha liado el Papa! ¿No ha tenido otra ocurrencia? Ahora nos obliga a acabar con la tradición de poner en el belén la mula y el buey. Así están dando la voz de alarma algunos medios de comunicación. Algunos de esos medios de información en la que la cultura religiosa brilla por su ausencia. 


Me atrevo a decir que pocos periodistas -por no decir ninguno-, antes de dar esta "bomba" de noticia, han leído la biblia en su vida. Porque si lo hubieran hecho alguna vez se habrían dado cuenta de que en los evangelios nada se nos dice de si en aquel establo de Belén había mulas, bueyes, caballos, gallinas o cerdos. Y es eso, precisamente, lo que ha dicho Joseph Ratzinger en su último libro sobre Jesús de Nazaret "La infancia de Jesús". Y nada de imposiciones a quitar estas figurillas tradicionales de nuestros belenes. 

Y es que, el belén, es eso: una representación de cómo podría haber sido aquella primera noche de Navidad. Y no una reconstrucción científica de lo que pasó, según la biblia nos lo cuenta. Porque, que me digan a mí: ¿dónde se dice que el río de Belén era de papel de plata? ¿O que, por tripas, hubo una lavandera y un pescador frente a ella? ¿O un puente por el que tienen que pasar los reyes magos? ¿O que nevara harina en la Palestina de aquella época? Por no decir que en ningún sitio he visto escrito que haya que poner en un rincón una horrible figura -tengo que decirlo, no me gusta nada- de un cagón enseñando el culo.

El belén de nuestros hogares es una tradición en la que hemos ido colocando elementos que nos ayuden a recrear la escena en la que los hombres empezaron a gustar la salvación. San Francisco de Asís, el primero que "fabricó" un belén, lo hizo con mula y buey. En muchos pueblos de Burgos las figurillas visten con traje castellano. Y en mi casa, los pastores tienen una lucecita roja que parpadea. Algunos periodistas siguen pensando que todo eso es palabra revelada, escrita y trasmitida en los evangelios. Me da a mi pensar que la mula y el buey huyeron del belén... para habitar en las redacciones de ciertos telediarios.

viernes, 24 de agosto de 2012

Ofensas... ¿de quién?

Es verdad que llevo mucho tiempo sin prestar mucha atención al blog. En concreto, nada más y nada menos que tres meses. Pero el artículo que acabo de leer en "El Mundo" me ha vuelto a saltar de la silla y a llevar mis manos al teclado. Y lo hago para exigir a ciertos "colectivos" que no soportan que nadie diga nada contra ellos, que empiecen ellos por respetar a los demás. 

Y es que si para los organizadores de una macrofiesta que se desarrolla en Ibiza -organizada por colectivos gays-, disfrazarse de obispos en tanga o monjas con el culo al aire "no tiene ninguna intención de ofender a la Iglesia católica", que me expliquen qué intención tiene. No hay más que ver las fotografías que publicaba "El Mundo": la que aquí publico es la menos irreverente de todas. 

¿Es que la gente no se sabe divertir si no es mofándose de los católicos? Estos ciudadanos tan "respetuosos" con la fe de millones de españoles son los primeros en protestar cuando son "discriminados" por parte de otras instituciones. Son los primeros que vociferan cuando un obispo dice una obviedad: que dos hombres, por mucho que se lo propongan, nunca darán a luz un hijo. Ese tipo de frases, son para ellos una ofensa, cuando, en realidad, es una sentencia científica de primera. Sus "cabalgatas" de mitras emplumadas son "una manera divertida y respetuosa" para hacerlo pasar bien a la gente. ¡Qué ironía! Pues eso: no hagas a otros lo que a ti no te gusta. 

lunes, 28 de mayo de 2012

De libertad de expresión y otros pecados

Twitteando esta mañana me ha sorprendido ver que, entre los diez trending topics del momento, se encontraba la palabra "Cristo". Como os podéis imaginar, me ha faltado tiempo para pulsar el enlace. Cuando se ha abierto la pagina, no he encontrado testimonios de cristianos, ni jaculatorias, ni oraciones piadosas, sino un diálogo feroz por un juicio a una persona que hace años había cocinado en la televisión la imagen de un Cristo crucificado. 

Inmediatamente me he puesto a investigar. Desde Roma no tenía noticia alguna sobre ello. ABC me ha dado la pista: Javier Krahe será juzgado, a petición del centro jurídico Tomás Moro, por un presunto delito contra los sentimientos religiosos por un vídeo emitido por Canal Plus en el que, metido en el papel de cocinero, este ex compañero de Joaquín Sabina cocinaba un crucifijo, condimentándolo "con tocino y mantequilla". Lo que no entiendo es cómo el diálogo generado en Twitter pretendía defender la "libertad de expresión" de este hombre. Esos voceadores que lo único que pretenden es desacreditar a la Iglesia -sea por el motivo que sea- se contradicen a sí mismos. Sí, porque a cocinar un crucifijo lo llaman "libertad de expresión" y no "atentado contra los sentimientos religiosos". Pero las famosas declaraciones del obispo de Alcalá -sobre las que tanto habla El País- no son "libertad de expresión": esas sí que son una verdadera "provocación al odio, la violencia y la discriminación" a los gays.

Me temo que estamos metidos en un diálogo de besugos. Que el "derecho a la libertad de expresión" se manipula a nuestro antojo. Hoy todo el mundo puede ser juzgado por cualquier cosa y declarar que tiene "libertad de expresar su propia opinión". Pero libertad de expresión no significa poder decir "lo que me da la gana". Hay que hacerlo siempre respetando el otro, y sin faltar a la verdad. Y decir que el vídeo del señor Krahe no es un atentado contra los sentimientos religiosos creo que es una falacia como un templo. Decir que las declaraciones de Plá "incitan al odio" me parece, cuanto menos, descabellado. Pero tendré que ser muy cauto al hacer cualquier tipo de declaración sobre homosexuales. De todas formas, si ellos se ofenden por mis palabras, siempre me podré defender: me acojo a mi "libertad de expresión". 

sábado, 19 de mayo de 2012

Vaticano, cartas secretas y ETA

Quiero comenzar este post pidiendo perdón: hace muchas semanas que no escribo nada. Sin embargo, algo me ha empujado hoy a hacerlo. Se trata de la incompetencia periodística de quien ha escrito una noticia aparecida en "El Mundo". El periodista, ni corto ni perezoso, titula su noticia: "El Vaticano califica de 'acto criminal' la revelación de su documento sobre ETA". 

Para quien no sepa de qué va el asunto, intentaré resumirlo brevemente. Se trata de lo que algunos vaticanistas han denominado Vatileaks -como un paragón con el Wikileaks americano-: la fuga de documentos secretos, de cartas personales, de asuntos privados del Papa y de la Santa Sede que han acabado en las manos de algunos periodistas, que no han dudado en hacerlos públicos con tal de "aparentar" ser buenos profesionales. Digo "aparentar", sí, pues parece que lo único que se busca es el escándalo y el ganar dinero, como ocurrirá con el último libro de Gianluigi Nuzzi que recoge esta serie de documentos (en la foto). 

Ante tal escándalo, no es de extrañar que la Santa Sede haya decido expresar públicamente el rechazo ante tales acciones. Para el Vaticano no se trata de un trabajo periodístico, sino de un verdadero "acto criminal". Y lo critica porque "han violado los derechos personales de intimidad y libertad de correspondencia" de todas las personas implicadas. Hasta aquí tiene razón el periodista del que hablamos líneas arriba. 

Pero uno que lea el comunicado en profundidad, se dará cuenta de que las declaraciones no hacen referencia a los documentos sobre ETA, sino a todos. Esto que hace el periodista es un claro ejemplo de atribuir la respuesta vaticana -general- con el caso de la banda terrorista -en particular-, en un intento por meter en la mente de los lectores que la Iglesia se opone a un supuesto proceso de paz; que la Iglesia se puede arrogar el derecho de meterse en cuestiones políticas de nuestro país. Quizás un titular diciendo que la Santa Sede muestra su malestar por la publicación de documentos secretos no crearía noticia. Por eso parece que es mejor inventárselas. Sí, porque el Vaticano no ha criticado la revelación de "su documento" sobre ETA. ¡Bravo! La profesionalidad periodística brilla por su ausencia.

jueves, 26 de abril de 2012

Consejos vendo que para mí no tengo

El otro día me sorprendió leer en una noticia que Elena Valenciano, la vicesecretaria general del PSOE, pedía a la Iglesia católica aplicarse el cuento y echar una mano para solucionar la crisis. Supongo de antemano que sabréis qué tipo de comentario haré en esta ocasión. Porque sí, una vez más los socialistas sentencian delante de la opinión pública: "Consejos vendo que para mí no tengo". 

Interpelada por los periodistas sobre las declaraciones que el cardenal Rouco había hecho al iniciarse la XCIX Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal -por la que pedía "espíritu de sacrificio" ante el "endeudamiento exagerado" que vive el país, fruto de la codicia-, la Valenciano ha respondido con su dedo acusador: "La Iglesia católica seguramente pueda echar una mano, más allá de lo que hace como institución". 

Y digo yo: ¿con qué cara tan dura se puede afirmar esto? ¿Qué institución hay en España que esté haciendo más por la crisis que la Iglesia católica? Hoy mismo, por ejemplo, leía en "El Mundo" que la Iglesia ayudó el año pasado a encontrar trabajo a más de trece mil personas, bien contratándolas en sus cooperativas o en sus centros de inserción, bien intermediando para que otras empresas lo hicieran. Mientras, la Valenciano, piensa de ayudar a superar la crisis de muchas familias endeudadas, quizás restregándoles que ella cobra sueldos por los seis cargos que acumula en el PSOE. 

Y yo, como Iglesia católica, recibo un sueldillo de apenas seiscientos cincuenta euros, que destino íntegros a pagar mis estudios en Roma. Y otros compañeros sacerdotes hacen equilibrios para pagar la gasolina que les lleva a sus cinco o seis pueblos y las facturas de gas, luz, agua y teléfono. ¡Ah! Se me olvidaba. También tienen que comprar de vez en cuando algo para comer. Y entre factura y factura, sacan tiempo para buscar trabajo y acompañar espiritualmente a la gente que ciertos políticos han dejado en la calle. Una vez más, se corrobora el refranero popular: por la boca muere el pez. Y Elena Valenciano ha mordido su propio anzuelo. 

viernes, 23 de marzo de 2012

¿Viaje apostólico o campaña electoral?

Es indudable, a los ojos de los católicos, que la visita del Papa a México y a Cuba, que arranca hoy, supondrá un hito en la historia de la Iglesia de aquellos países. Benedicto XVI viaja para confirmar en la fe, como sucesor de Pedro, a los hombres que, en medio de un ambiente problemático -el narcotráfico, la violencia, la falta de libertades-, intentan ser fieles a Jesucristo. 

¡Pero qué distintos son estos objetivos en las noticias de los medios de comunicación! El País se afanaba hoy por demostrar que el de Benedicto es un viaje "electoral" para apoyar al candidato de derechas. Por eso -aseguran- no viaja a Mexico DF, por ser la capital gobernada por la izquierda. Luis Prados, el periodista, parece que todavía no se ha enterado de qué va la cosa. El Papa no va a la capital por razones de salud. Ya tuvo problemas de tensión arterial por la altitud cuando visitó la ciudad mientras era todavía cardenal. Y ahora, con casi ochenta y cinco años, no creemos que su corazón haya rejuvenecido. Y menos -supongo- con los ataques que le llegan por todos los frentes.

Prados también se ha atrevido a manipular las palabras del Papa a los periodistas durante su viaje a Guanajato.  Según el periodista, la Iglesia es la que ayudará a superar "sin traumas" el marxismo cubano porque "ya no sirve". Y no es del todo cierto. En primer lugar, el Santo Padre ha asegurado que "la Iglesia no es un poder político". Por tanto, no tiene ninguna autoridad para realizar ningún cambio político en la isla. En segundo lugar, ha afirmado no que el marxismo "ya no sirve", sino que "no responde a la realidad" y, por tanto, "hay que construir" un nuevo "modelo de sociedad", "hay que construir nuevos modelos con paciencia, de forma constructiva". Y en este ámbito la Iglesia, como "realidad moral", desea "dialogar para evitar traumas". 

Los de El País son considerados como el paladín del rigor periodístico en España. Nada más lejos de la realidad. Ya esta semana la Conferencia Episcopal ha denunciado la oposición del periódico a la rectificación de una noticia en la que mentía sobre la Iglesia, derecho sancionado por ley y que el diario se salta a la torera. Hoy la obstinación por manipular la información sobre la visita del Papa respalda nuestra tesis: el derecho a la información -al menos la religiosa- para El País, no es tal derecho. Todo un atentado a la profesionalidad periodística. 

lunes, 12 de marzo de 2012

"Manifestarse contra la Iglesia por Pascua"

La historia se vuelve a repetir. Aunque con diverso motivo y con inspiraciones distintas, el objetivo es el mismo: oponerse a la Iglesia católica. Me refiero a la manifestación atea de la que ha dado cuenta el diario ABC. Si el año pasado dieron guerra con la idea de crear una "procesión atea", este año, los grupos de "ateos, anarquistas, radicales y antisistema", vuelven a la carga. En la presente edición abandonan en tono de "procesión" para hacer una "manifestación" con el lema "no más privilegios de mis impuestos. A las iglesias, cero".

Bajo mi punto de vista, estos que se llaman "ateos" tienen, en realidad, mucha fe en la Iglesia católica y en los sacros misterios del Triduo Pascual. O al menos saben intuir su importancia y aprovechar su fuerza. De hecho, la opinión pública solo sabe de ellos por estas fechas. Los pensamientos de estos muchachos solo salen a la luz pública cuando viene el Papa o cuando las calles se llenan de imágenes santas. Parece que necesitan la existencia de la Iglesia y de la fe católica para respaldar sus creencias. No sé ustedes, pero yo veo cierta incongruencia en sus exposiciones. 


Por eso se ha convertido en un ritual. Los mandamientos de la "iglesia laica" exigen también una serie de actos de culto y de piedad al menos una vez al año, por Pascua: comulgar con el radicalismo que se opone a que grupos de persona vivan su fe y sus creencias en medio de una sociedad que se dice democrática. Y si a eso añadimos la cuestión de los dineros -de los que ya hemos hablado en más de una ocasión- la polémica y la publicidad están garantizadas. Yo creo que estos señores no son ateos. Creen -y mucho- en la Iglesia. De hecho necesitan constantemente de ella. Si no existiera la Iglesia -con sus eventos y ritos, su acción social y cultural- nunca saldrían en los medios. Lo dicho. Los ateos, al menos los españoles, creen. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Error IBI est

Algunos pensarán que les tengo manía porque critico mucho su modo de hacer periodismo. Pero no puedo no hacerlo. Su modo de presentar la información eclesial dista mucho de considerarse verdadero periodismo. Me refiero al diario Público. A pesar de que prescinden por falta de dinero de su edición impresa, están decididos a continuar su peculiar guerra antieclesial en internet. Esta semana, sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del que la Iglesia católica parece librarse cual privilegiada sin igual. 

Los señores de Público aseguran que en España la Iglesia está en una situación de privilegio y que el Estado debería plantearse pedirle el IBI al igual que ha hecho Mario Monti para la Iglesia italiana, pues, afirman, son casos homólogos. El problema es que se equivocan. La situación española dista mucho de parecerse a la italiana. Basta con dar un paseo por Roma. Son muchas las instituciones eclesiales que tienen organizado una especie de negocio: conventos de monjas ofrecen sus habitaciones a los turistas y peregrinos que llegan a la ciudad; otras instituciones tienen creadas verdaderas empresas editoras de libros y periódicos; algunas otras organizan viajes por la ciudad. Incluso he sabido que algunas parroquias son propietarias de cines comerciales. Me parece lógico que esas instituciones, a pesar de ser eclesiales, deban pagar un impuesto por los ingresos que generan. 

Pero nada similar ocurre en España. La Iglesia española no paga el IBI al igual que no lo hacen otras instituciones sin ánimo de lucro, ONGs, patronatos y otras instituciones de servicio social sin ganancia económica. La Iglesia no debe estar en situación de privilegio, pero tampoco exigirle algo que no se le pide a sus verdaderos homólogos españoles. Es decir, que puede pagar impuestos por algunos de sus servicios -uno o dos pequeños museos diocesanos- pero no como la pardilla de turno. Lo que se exija a la Iglesia deberá hacerse a los otros. Público ha demostrado una vez más su modo de manipular la verdad. El error está en su modo de informar. De ahí que haya decidido jugar hoy con una sentencia latina: "Error IBI est", el error está ahí.

domingo, 19 de febrero de 2012

Manipulando los dineros

Esta semana me he dado cuenta, una vez más, de qué modo tan diferente se relatan noticias sobre la Iglesia en los medios españoles. Y más cuando se trata de dinero. El pasado miércoles conocíamos el aporte económico que la Iglesia recibirá este año gracias a la aportación que los ciudadanos españoles destinan de su IRPF. En total, 248 millones de euros procedentes de más de nueve millones de españoles. Una cifra que, según quien lo cuente, cambia de interpretación. 

Basta comparar cómo han dado la noticia El Mundo o el diario Público. El primero, en un modo más o menos objetivo. El último, metiendo cizaña y mintiendo sobre la verdadera naturaleza de ese dinero. Sí, porque alguien debería dejar bien claro a los de Público -mal que les pese y mal grado la campaña que en contra de esta verdad están haciendo- que el dinero que administra la Iglesia no se carga "a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado". Mientras ellos aseguran que afirmar lo contrario "es faltar a la verdad". 

Una vez más tendremos que afirmar que el marcar la casilla del IRPF es una mediación para que, quienes lo deseen, donen su dinero a la Iglesia. Cifra que crece cada año. Y eso, a algunos, les da dolor de tripa -quizás tengan ellos algo que ver, deberían planteárselo-. La Iglesia recibe dinero de las aportaciones de los ciudadanos españoles que lo deseen y no de las arcas generales del Estado, como algunos se afanan en propagar, como sí reciben en cambio los sindicatos o los partidos políticos. Algunos, como El País, pretenden hacer ver cómo la Iglesia sí recibe partidas de los Presupuestos generales, señalando como fundamento las partidas del año 2007, año en que todavía no estaba en vigor la nueva ley y cuando la Iglesia sí recibía de las arcas estatales lo que la casilla del IRPF no lograba sostener. Una fuente de la noticia que cae por su propio peso porque no tiene nada que ver con la realidad actual. 

La cuestión de los dineros siempre es un asunto escabroso. El nuevo modelo de financiación de la Iglesia católica le exige a esta ser cada vez más transparente. Por eso hace público cómo administra ese dinero. Y digo administra, porque no es su propietaria. A pesar de sus esfuerzos, los medios de comunicación se afanan una y otra vez por manipular y distorsionar la verdad de la cuestión. Un ejemplo de profesionalidad y de servicio a la verdad que debería caracterizar a los periodistas. 

domingo, 12 de febrero de 2012

Obama, los católicos y la libertad de conciencia

¿Puede un Estado imponer a los ciudadano un determinado estilo de vida, aunque fuera en contra de sus propios principios y convicciones? Esa es la batalla que se está debatiendo desde hace algunas semanas en Estados Unidos entre el ejecutivo de Barak Obama y los católicos del país. Una cuestión que preocupa a unos -los obispos- desde el punto de vista moral; y a otros -Obama- desde el político. Sí, porque se juega mucho -en cuestión de votos- el primer presidente negro de los Estados Unidos. Es por eso por lo que se ha replanteado incluso su propuesta.


Obama quiere que todas las empresas e instituciones del país, incluyendo las católicas, contengan, en los planes de salud que pagan a sus empleados, anticonceptivos, ligaduras de trompas y abortos. Es decir, los católicos se verían obligados a pagar a sus empleados este tipo de actos por exigencia de la ley, cuando está en clara contradicción con la moralidad católica. La oposición de los católicos, con los obispos a la cabeza, ha llevado a Obama a replantear la cuestión -movido por la importancia que tiene para él en estos momentos el voto católico-, afirmando que serán las propias aseguradoras, y no los empresarios, a pagar tales actos inmorales. Pero el problema sigue abierto: incluso las aseguradoras católicas tendrían que seguir el plan dictado por el gobierno. Y los católicos siguen en pie de guerra

El hecho, una vez más, nos lleva al delicado ámbito de la objeción de conciencia. En una sociedad democrática ciertas cuestiones no se deben imponer, y mucho menos cuando atacan a las propias convicciones de sus ciudadanos. Estaría mucho más contento si Obama reculara en su idea no por un puñado más o menos de votos, sino porque se diera cuenta de que un asesinato es insostenible y nadie puede estar obligado a cometerlo. Obama, por favor, respete la libertad de los católicos: no les exija acometer lo que de por sí es odioso. 

martes, 7 de febrero de 2012

Curación y renovación

"El enemigo está dentro de la Iglesia". Es la afirmación de Benedicto XVI -pronunciada ya más de una y dos veces- que resume con fuerza su convicción de erradicar a toda costa el mal que invade la Iglesia católica. Uno de ellos, el que con más violencia se ha manifestado desde hace meses, es el de los abusos sexuales a menores. Una plaga que, desgraciadamente, se ha mantenido oculta desde hace muchos años y que ahora el Papa Benedicto está decidido a cortar de raíz. 

Hablar del tema no es fácil. Sobre todo porque se ha actuado tarde. Para las víctimas siempre es tarde. Los mejor hubiera sido evitar el problema antes de que sucediera. Pero la atención a las víctimas y el deseo por acabar con el problema está llevando a la Iglesia a celebrar en Roma durante esta semana un congreso especial para tratar del asunto, organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana. Cosa que es aplaudida incluso por la prensa: el Papa afronta con coraje el problema y desenmascara a los culpables. Bajo el lema "curación y renovación", a la cita acuden numerosos superiores de órdenes religiosas, obispos y representantes de más de cien Conferencias Episcopales con un único objetivo: aprender de los errores y erradicarlos para que no vuelvan a suceder en el futuro. 

La atención a las víctimas estará presente en el simposio de modo particular. Sobre todo porque serán ellas quienes narren a los obispos sus horrendas vivencias para denunciar lo experimentado y pedir que se actúe haciendo justicia. Los ponentes intentarán abrir un diálogo de debate para plantear soluciones que lleven a acabar con el problema y a pedir públicamente perdón por los pecados cometidos. Incluso habrá tiempo para una vigilia penitencial. Todo ello para hacer una Iglesia más creíble y fiel a su identidad. Una Iglesia que se corresponda con su misión y fidelidad al mensaje de Jesús. Una Iglesia donde el mal no exista dentro. Ojalá la lacra acabe cuanto antes. 

lunes, 23 de enero de 2012

Cambia un Grande Hermano por un "gran hermano"

No me puedo resistir a la tentación de subirme al carro de la polémica, aunque lo he pensado en los últimos días, desde que me he enterado de la noticia. El "pobre" Juan Antonio, el cura heavy que entró en Gran Hermano para "trasmitirle a la gente que hay otras formas de vivir", ha sido suspendido a divinis. Es decir, que su "malvada" congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón ha decidido apartarlo temporalmente -según dice el decreto oficial de suspensión- de su ministerio, prohibiéndole celebrar la eucaristía, predicar el evangelio y confesar a los fieles. A él, que lo único que quería era hacer el bien, también dentro de la casa, famosa por sus "actos de fe"... Así es como se está articulando la noticia. 

No podemos argumentar que él es el bueno y la congregación la malvada. Los superiores de la orden ya le habían advertido de las consecuencias que podría acarrear su entrada al programa por suponer un escándalo para los fieles. Y él decidió no obedecer, sabiendo a lo que se exponía. Quizás fue él quien no supo atenerse de las consecuencias y quien de verdad se manifiesta contrario a la fe y peticiones de sus superiores, a quienes prometió en su día obediencia. Quizás es un síntoma y manifestación del amor a su congregación y a la Iglesia. Y de las ganas de Telecinco de ganar audiencia, segura de la polémica que tarde o temprano iba a desatar.

Este sacerdote ya tiene un gran Hermano al que decidió servir en el mismo momento de su ordenación sacerdotal: Jesús de Nazaret. ¿Qué necesidad tiene de ir en busca de otro gran hermano, cuando ya tiene uno al que trasmitir directamente y sin dar escándalo al resto de fieles? Hay muchas formas de anunciar a Jesucristo sin necesidad de pactar con el diablo. Juan Antonio, reflexiona sobre lo que estás haciendo y que tu conducta, aunque con una motivación que puede ser justificable, puede ser causa de escándalo para los hermanos del rebaño que el Señor te ha encomendado. 

domingo, 22 de enero de 2012

El arte se convierte en puntos suspensivos

"¿Qué es el arte? Morirte de frío". El humor fácil de este conocido chiste esta vez se hace realidad. Al menos frío me quedo yo cuando veo que el arte cambia de definición para abandonar la belleza que le es propia y convertirse en un espectáculo obsceno e irreverente. Pues, cuando no sirve para comunicar la belleza no es ya arte. Me refiero al conocido espectáculo de Romeo Castellucci y que no deja de suscitar recelos y polémicas por parte de la comunidad cristiana, incluso de la misma Santa Sede

El espectáculo suscitó ya reacciones de oposición en Francia hace algunos meses, cuando el montaje teatral se presentaba en París y los católicos protestaron en un modo no tanto católico en ciertos aspectos. Ahora el espectáculo llega al teatro Parenti de Milán y los católicos italianos se han puesto en pie de guerra -con razón- ante las provocaciones de este director de escena. Porque a los católicos no nos gusta  que Jesús, que tantas veces ha sido punto de inspiración para realizar verdaderas obras de arte, venga usado ahora como pretexto de un nuevo "tipo de arte" que no es otra cosa sino blasfemia e irreverencia. Pues tirar excrementos al rostro de Jesús -como se hace en este espectáculo- no es sino un gran insulto. 

Es tal el malestar de los católicos italianos que incluso un sacerdote ha puesto en alerta al mismo Santo Padre, quien le ha respondido diciendo -a través de una carta firmada por la Secretaría de Estado- que es lógica la "respuesta firme y compacta" de la comunidad Cristiana delante de semejantes insultos. Pero siempre desde la prudencia. Porque la reacción de los católicos no debería rebajarse hasta el mismo nivel de mezquindad de los atacantes, sin "excesos de ningún tipo, ni siquiera verbales", como bien piden desde la diócesis de Milán. Ahora también "el nuevo arte" se declara en pie de guerra contra los seguidores de Jesús. Ojalá el arte no pierda nunca su genuino modo de comunicar la belleza y que el rostro de Cristo siga siendo referencia del verdadero sentido del arte. 

domingo, 15 de enero de 2012

¿Es pecado censurar?

¿Es pecado censurar? A tenor de las afirmaciones que el periodista Alejandro Rebossio relata en una noticia publicada en El País esta semana, podemos concluir que sí lo es. Sobre todo si quien lo hace es el Vaticano. Y los estereotipos se vuelven a repetir: "el antiguo Tribunal del Santo Oficio manda silenciar una obra sobre sexualidad y sobre la diversidad de las familias". El Vaticano manda callar a los que no piensan como él. 

"Remediar cuanto antes la situación, que es causa de confusión entre los fieles" no creo que sea censurar en el sentido estricto de la palabra. ¿Cómo puede ser posible que una editorial "católica" publique cosas contrarias a la fe católica? Es una advertencia para salvaguardar el nombre "católico" de la identidad editorial. De igual modo que el director de su periódico no le dejaría escribir una noticia alabando las cosas que realiza el Santo Padre porque no va de acuerdo con la identidad de su periódico laicista. La "censura", tal como la entiende este señor, es irrenunciable. 

Todos censuramos cosas en nuestro modo de contar historias. Es más, censuramos unas en pro de contar otras. Yo también, al escribir este post, estoy censurando usar unas palabras u otras; hablar de unos argumentos u otros. Y todo para ser fiel a mi identidad y a la de este blog. Si el cardenal Levada ha pedido a esa editorial que no publique el libro es para salvaguardar la identidad de la editorial, que se dice católica. El periodista nos quiere hacer creer que el Vaticano viaja por doquier censurando y quemando en la hoguera libros que no son de su agrado. Sin embargo, solo lo hace con los que son de su competencia. ¿Acaso está en grado de censurar una película, o de mandar retirar del mercado un libro de Dan Brown? No. El Vaticano solo pide "remediar las situaciones que son causa de confusión entre los fieles" y que son de su competencia, como una editorial católica. Y lo hace no para limitar la libertad de expresión, sino para salvaguardar la fe de los fieles. 

martes, 10 de enero de 2012

2011: el año en que España se olvidó del Papa

En el primer post que escribo en este 2012 no puedo menos que hacer un comentario a los típicos reportajes -bien sean de fotografías, reportajes o análisis- que a final de año se hacen sobre lo que el calendario ha ido marcando como actualidad informativa en los meses pasados. 

Es cierto que las cosas en España han sido muy peculiares y que los medios de comunicación se hayan afanado en ello. Y si a eso añadimos los grandes hechos acontecidos a nivel internacional, la cosa se engrandece: los terremotos de Japón y de Lorca; la crisis económica y la subida del paro, las elecciones autonómicas y generales; las subidas de impuestos, el movimiento 15M, la muerte de Bin Ladem, el cáncer de Chávez, el fin de la lucha armada de ETA, la famosa primavera árabe, Zapatero, Rajoy, Rubalcaba... 2011 ha tenido muchos protagonistas. Pocos medios de comunicación en España -por no decir ninguno- se han acordado de otro de sus protagonistas: el Papa Benedicto. 

Y si los medios de comunicación españoles no quieren hablar de lo que hizo el Papa el año pasado, aquí está nuestro blog para remediarlo. Porque no podemos olvidar que 2011 ha sido también el año en que el Papa Ratzinger visitó nuestro país por tercera vez y disfrutó en él de una Jornada Mundial de la Juventud increíble, que "quedaría siempre hondamente grabada en su mente y su corazón". También ha sido el año en que Benedicto XVI beatificó a su predecesor Juan Pablo II. O el año en que viajó de igual modo a Croacia, Alemania y Benín. En 2011 creó un nuevo Dicasterio para la Nueva Evangelización y convoco para 2012-2013 un Año de la Fe. Sin olvidar la cantidad de discursos, celebraciones eucarísticas, homilías... que forman parte de su trabajo habitual y que quizás no hacen tanto noticia. Un año con un pontificado excelente que tiene el mérito de ser recordado, también, como el resto de grandes acontecimientos que han marcado los meses del ya viejo 2011.