sábado, 19 de mayo de 2012

Vaticano, cartas secretas y ETA

Quiero comenzar este post pidiendo perdón: hace muchas semanas que no escribo nada. Sin embargo, algo me ha empujado hoy a hacerlo. Se trata de la incompetencia periodística de quien ha escrito una noticia aparecida en "El Mundo". El periodista, ni corto ni perezoso, titula su noticia: "El Vaticano califica de 'acto criminal' la revelación de su documento sobre ETA". 

Para quien no sepa de qué va el asunto, intentaré resumirlo brevemente. Se trata de lo que algunos vaticanistas han denominado Vatileaks -como un paragón con el Wikileaks americano-: la fuga de documentos secretos, de cartas personales, de asuntos privados del Papa y de la Santa Sede que han acabado en las manos de algunos periodistas, que no han dudado en hacerlos públicos con tal de "aparentar" ser buenos profesionales. Digo "aparentar", sí, pues parece que lo único que se busca es el escándalo y el ganar dinero, como ocurrirá con el último libro de Gianluigi Nuzzi que recoge esta serie de documentos (en la foto). 

Ante tal escándalo, no es de extrañar que la Santa Sede haya decido expresar públicamente el rechazo ante tales acciones. Para el Vaticano no se trata de un trabajo periodístico, sino de un verdadero "acto criminal". Y lo critica porque "han violado los derechos personales de intimidad y libertad de correspondencia" de todas las personas implicadas. Hasta aquí tiene razón el periodista del que hablamos líneas arriba. 

Pero uno que lea el comunicado en profundidad, se dará cuenta de que las declaraciones no hacen referencia a los documentos sobre ETA, sino a todos. Esto que hace el periodista es un claro ejemplo de atribuir la respuesta vaticana -general- con el caso de la banda terrorista -en particular-, en un intento por meter en la mente de los lectores que la Iglesia se opone a un supuesto proceso de paz; que la Iglesia se puede arrogar el derecho de meterse en cuestiones políticas de nuestro país. Quizás un titular diciendo que la Santa Sede muestra su malestar por la publicación de documentos secretos no crearía noticia. Por eso parece que es mejor inventárselas. Sí, porque el Vaticano no ha criticado la revelación de "su documento" sobre ETA. ¡Bravo! La profesionalidad periodística brilla por su ausencia.

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