jueves, 1 de diciembre de 2011

La Iglesia, el preservativo y el sida

Es lo que muchos sostienen hoy en día: la Iglesia no está al lado de los que sufren la enfermedad del VIH por el simple hecho de no permitir el uso del preservativo. Pero, ¿puede la Iglesia no estar al lado de los que sufren, aún por el solo hecho de estar equivocados en lo doctrinal? Absolutamente no. Celebramos hoy el día mundial de la lucha contra el sida y creo que es de justicia dejar constancia de que la Iglesia católica es una de las pocas instituciones en todo el mundo que se toma muy en serio la tarea de cuidar a los enfermos por este virus que, como una epidemia, se extiende veloz por todo el mundo. 

¿Qué hay de verdad en estas acusaciones? Las cifras muestran lo contrario: la Iglesia hace mucho más por los enfermos de sida que cualquier otra institución en el mundo. El 26,7% de los hospitales para el cuidado del sida en el planeta pertenecen a la Iglesia católica. El 25,4% de las personas que se dedican al cuidado de estos enfermos pertenecen a la Iglesia católica. Es decir, que más de un cuarto de las labores humanitarias a favor de los enfermos de sida las realiza la Iglesia católica, según datos del Pontificio Consejo para la pastoral de la salud. De otro lado, las instituciones católicas proveen el 40% de los tratamientos contra el virus en el continente Africano, el más afectados por la pandemia, trabajando en más de mil hospitales y cinco mil clínicas. La fundación "El Buen Samaritano", del Pontificio Consejo para la pastoral de la salud, tiene por objetivo precisamente ayudar a los enfermos de sida olvidados de todo el mundo.

Lejos queda por tanto la idea de que la Iglesia no ayuda a los verdaderos sufridores del problema. Creo que es de justicia si afirmamos que hace mucho más por los enfermos de sida que las grandes empresas fabricantes de profilácticos o los que vociferan contra su doctrina sexual. La realidad, una vez más, supera a la ficción.

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